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Los depredadores ha puesto en peligro de extinción a esta especie de ave.
El quetzal, cuyo hábitat se extiende desde la zona montañosa y boscosa de Chiapas, México hasta Centroamérica, es identificado en dos especies que son la " Pharomacrus Mosinno" y la " Pharomacrus Mosinno Costarricense".
La primera se localiza en los bosques del sur de México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, mientras que la segunda, en el complejo montañoso de Costa Rica y Panamá.
Como especies, son aves quitas y solemnes. Se pasan por largos periodos y con tranquilidad en los árboles y cuando vuelan, su recorrido es ondulante con un intermitente y repentino batido de alas, acción que realizan para alimentarse de frutas y ocasiones de insectos.
El quetzal es un ave en peligro de extinción, y habita en el sur de México y en Centroamérica.
Tiene un plumaje muy llamativo, con el cuerpo verde y el pecho rojo, todo con iridiscencias, y siendo las plumas de la cola y las alas más largas que las del resto del cuerpo.
Su canto es como un silbido que suele cantar de dos en dos o a veces repitiéndolo de forma monótona.
Se alimenta de frutos, insectos y ranas, y vive en zonas de selva montañosa, en espacios húmedos. Construye sus nidos dentro de los agujeros de los árboles que él mismo roe, y suele tener dos crías por nidada. La imagen del quetzal aparece en la bandera y el sello de Guatemala, llamándose además quetzal la moneda de este país. Es el ave nacional desde 1871. Es un ave muy relacionada con mitos y otras historias.
Cuenta una leyenda guatemalteca que el quetzal solía cantar hermosamente antes de la conquista española, que calló después, pero cantará de nuevo cuando la tierra esté libre de verdad.Se alimentan de insectos y frutos, y sus picos anchos y patas débiles reflejan su dieta y los hábitos arbóreos. Aunque su vuelo es rápido, estas aves son reticentes a volar cualquier distancia.
La época de apareamiento varía según la zona en la que habita cada grupo de Quetzales, aunque suele ocurrir durante la estación de primavera o a principios de verano.Durante esta época, el Quetzal macho realiza espectaculares vuelos y piruetas sobre las copas de los árboles y entona melódicos y suaves cantos con el fin de conquistar a la hembra.
Una vez formada la pareja, tanto el macho como la hembra fabricarán el nido en un tronco viejo y seco, ya que la debilidad de su pico les impide utilizar éste en superficies duras. El nido estará situado a una altura de entre 5 y 25 metros desde el suelo y contará con una entrada y una salida, para que así el Quetzal macho pueda evitar estropearse la cola. Éste será forrado con hojas y con otros restos naturales. En ocasiones, en lugar de construirse su propio nido, utilizan otros abandonados de aves como el tucán o el pájaro carpintero.
Cuando ya cuentan con un nido, la hembra anteriormente fecundada, pone uno o dos huevos de un color azul pálido con una medida aproximada de 30 x 35 milímetros. Los huevos serán incubados alternativamente tanto por el macho como por la hembra relevándose el uno al otro un par de veces al día.
Después de 18 o 19 días de incubación, nacerán los polluelos que careciendo de plumas, serán alimentados por la pareja de Quetzales durante su crecimiento, con una frecuencia cada vez mayor a medida que se van desarrollando y van teniendo más apetito.En un periodo de 23 a 31 días, las crías abandonarán el nido perdiéndose entre la niebla, con el plumaje ya completo y preparadas para vivir independientemente.Según estadísticas, el 80 % de los polluelos mueren antes de empezar a volar y de los que llegan a volar, el 80 % muere antes de convertirse en adulto.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
En el año 1970, el Quetzal se consideró una especie en peligro de extinción, pero evidencias posteriores aseguraron que era una especie segura en cuanto a su supervivencia. Aun así, datos de migraciones locales indicaron que esta afirmación debía ser revisada y actualmente es considerada como una especie amenazada, a causa de la perdida de su hábitat y a la caza de plumas.
El Quetzal es bastante abundante donde su hábitat no presenta ninguna alteración, pero en cambio es mucho menos frecuente en áreas de bosques talados, donde se incumple la ley y existen cazadores furtivos o bien en zonas donde los indígenas sobreexplotan los recursos de la selva.